Las voces de Sodupe



El quinteto Ahotsak se regala un nuevo disco por su vigésimo cumpleaños


Las voces del grupo Ahotsak han interpretado infinidad de canciones. Tiempo les ha dado en los veinte años de trayectoria que el quinteto de Sodupe cumple este año. Un aniversario que celebran con nuevo disco bajo el brazo. Para En la próxima estación... se han atrevido a componer temas que cantan "al amor y al desamor, que, aunque es un tema socorrido, hay muchas cosas que decir sobre él", dice Alberto Irazabal, uno de los integrantes del grupo.

Las clases de la escuela de música de Sodupe reunieron en 1991 a varios aficionados que decidieron juntarse fuera de las clases para seguir cultivando su afición. "Compartíamos la inquietud por la música y quisimos reunirnos y crear este proyecto en común", cuenta Alberto Irazabal.

Su primera actuación en público llegó el 3 de enero de 1992 en la iglesia de San Vicente, de Sodupe. Desde entonces no han faltado a tres citas clave para este núcleo de Sodupe: el concierto de Navidad, la actuación del Jueves Santo y los festejos de San Lorenzo, el 10 de agosto. "La Navidad es una fecha muy bonita en la que nos gusta estar presentes", asegura. Con el paso de los años, Ahotsak ha evolucionado y ha visto cómo algunos de los integrantes que comenzaron el proyecto han abandonado el grupo. Pero a pesar de los cambios siempre han mantenido el sonido que les ha distinguido desde el principio: "los ritmos que fusionan lo melódico con un toque de folk".

Experiencia La formación actual está compuesta por Alberto Irazabal, Arantza Sanchoyerto, Lucía García, Marian Pérez e Iñigo Zubizarreta. Además, Joseba Bolívar suele acompañarles a la guitarra. Experiencia musical no les falta. No en vano, Iñigo Zubizarreta formó parte del conjunto Mocedades, mientras que Alberto Irazabal imparte clases de música en las escuelas de Sodupe y Karrantza.

"Alguna que otra versión de Mocedades hemos hecho", afirma Irazabal. No podía ser de otra manera, pero su repertorio abarca también "composiciones de Estitxu Robles y otras canciones lentas interpretadas en euskera y en castellano". La guitarra, el acordéon, el piano y los teclados complementan las cinco voces de Ahotsak. "Le damos prioridad a las voces, de ahí procede precisamente nuestro nombre", explica Alberto Irazabal.

Al residir todos en Sodupe, reunirse para los ensayos no resulta difícil. "Como norma general, quedamos una vez al mes en la casa de alguno o en locales, aunque si tenemos alguna actuación en perspectiva, ensayamos con más regularidad", señala.

Por el tipo de música que cantan "los locales pequeños y cerrados son los más adecuados para nosotros, como teatros, casas de cultura o iglesias". Iglesias, porque además de actuar en conciertos y festivales, también han amenizado el día más feliz de muchas parejas.

Las bodas han supuesto un reto, ya que a veces los contrayentes les han pedido canciones algo alejadas de su estilo. "Quieren oír algo que esté relacionado con su historia; hemos llegado a cantar temas de La Oreja de Van Gogh, Juanes o hasta Mago de Oz", cuenta Irazabal. Con sus voces han aportado a todas las canciones un sonido especial.


Elixane Castresana. Deia (22-11-2011)