Voces a fuego lento



Ahotsak, un grupo de amigos de Sodupe, graba un disco en tres días de forma artesanal y sin ayuda de ninguna multinacional


Café, bizcocho y mucho tesón. Estos son los ingredientes con los que cinco amigos de Sodupe han conseguido convertir su afición en algo más que palabras. Se hacen llamar Ahotsak, y voz es, precisamente, lo que les sobra. Javier Martínez, Arantza Sanchoyerto, Marian Pérez, Alberto Irazabal e Iñigo Zubizarreta tienen en común su amor por la música. Y por él han hecho lo que parecía casi imposible: grabar un disco sin apoyo de ninguna multinacional.

Probablemente, Lorena, la ganadora de OT de este año, consiga vender miles de copias de su trabajo. Sin embargo, no tendrá tanta miga como 'En la próxima estación...', un cedé con diez canciones hechas con la siempre querida receta de la abuela: a fuego lento y con cariño. Si es que hasta las fotos que ilustran el libreto son idea de esta cuadrilla vizcaína.

«Lo más complicado fue coincidir», cuenta el grupo. Porque estos cinco amigos no se dedican a este arte: cada uno tiene su trabajo y sacrifica su tiempo libre para cantar. Todo empezó «de chavales» y «en la iglesia», explica Marian. Entonces era allí «donde se podía hacer música». Y más tarde se incorporaron al circuito «BBC, ya se sabe, bodas, bautizos y comuniones», bromean. Se han fogueado entre amigos. Y por eso, su música suena más cercana.

Lo que se escucha en el cedé es lo que hay: tanto lo bueno como lo malo. «Un productor puede hacer de ti lo que no eres», replica Marian. Sus canciones, costumbristas, cuentan con frescura esas cosas cotidianas sobre las que tan a menudo pasamos sin darnos cuenta. Pero también hablan del amor, «una fuente inagotable», apunta Alberto, profesor de música y el que se ha ocupado de la mayoría de las letras.

«Sin trampa ni cartón»Para conseguir el disco, los cinco han trabajado rápido y han tenido que ensayar «bastante». Debían llegar al estudio de grabación con la lección bien aprendida y los debates resueltos. Sólo tenían «tres días para grabar todo el material con la ayuda de Carlos Zubiaga, uno de los miembros fundadores de Mocedades, un grupo de referencia para los de Sodupe.

«Fue bastante estresante», reconocen los cinco. Las jornadas de trabajo tenían más de doce horas. «Pero Carlos se volcó con nosotros», se felicitan. Y lo lograron. Luego, la postproducción duró dos días más. «Es un disco artesano», subraya Arantza. «Sí, se nos reconoce bien», confirma Alberto. Los que escuchen cualquier canción podrán descubrir quién se esconde tras cada voz... «Sin trampa ni cartón», bromea la cuadrilla. ¿La razón? Que 'En la próxima estación'... «es un pedacito» de cada uno de ellos.

Ahora la formación sólo espera que sus fans -la familia, los amigos, los alumnos y los vecinos- se porten como críticos. Sus miembros dicen que «no piensan dar el salto» al campo profesional. Se conforman con que los quinientos cedés que han editado se rayen de tanto escucharlos... Seguro que si se lo proponen, lo conseguirán. Y si no, continuarán disfrutando del café y el bizcocho que siempre lleva Arantza a cada ensayo. «Llevamos la música muy dentro», confiesan.


Julia Fernández. El Correo (18-3-2007)